jueves, 8 de abril de 2010

Soledad..


Tantas emociones. Palabras que rondan mi cabeza, dándole valor a algo que antes no tenía el menor sentido para alguien como yo.
Todo se convierte en nada, todo es distinto y se ve de otra forma.
Cierro los ojos, y sólo encuentro un fondo oscuro lleno de desesperación y lujuria, mezclados formando una ilusión que sólo yo mismo comprendo. Qué palabras tan inoportunas pensadas en voz alta, que esperanzas tan vanas dichas a gritos de alguien con la voz ronca, qué decir...
Cuando miro a mi lado sólo encuentro el mismo dolor que veo en mí, que veo a mi alrededor, ¿por qué luchar entonces?

Dame explicaciones para algún problema sin porqué, sólo con un deseo irrefrenable de saber la respuesta.
Ojos que reclaman un lo siento, lágrimas que no saben dónde derramarse sin sentirse culpables. No tiene sentido, tampoco lo necesita. Voces que buscan suspiros que les cuenten mentiras y que les hagan sentir de verdad. Sueños, tantos sueños, que no se pueden contar con las manos. Deseos que no llevan a ninguna parte, pero tan reales como el cielo. Paredes de cartón que soportan el peso de un techo de mármol.

¿Quién cree algo tan insoportable de llevar? Nadie.
Por eso mis palabras se pierden en el viento sin encontrar a alguien que las reclame...

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